lunes, 23 de mayo de 2011

Quilmes - Racing: la derrota de un equipo derrotado

En la última chance que tuvimos para por lo menos estar en la discusión por el título hasta la última fecha, Racing perdió con justicia contra Quilmes por dos a cero. Al equipo se lo vio vencido, sin respuesta frente al primer gol de los cerveceros, que terminaron pasándonos por encima; uno esperaba otra reacción, pero…¿se puede exigir otra cosa?

                Mi sensación fue que el resultado del partido se escribió mucho antes, en los primeros minutos del partido, en la semana, durante todo el campeonato. Porque lo que se vio hay que entenderlo desde cómo se llegó al partido.
                Recorramos el camino A los diez minutos del primer tiempo, se lesiona Franco Zuculini y debe ser reemplazado por su hermano. Ese fue el segundo golpe, porque minutos antes de empezar el partido el arquero Fernandez queda imposibilitado de atajar, obligando el ingreso de De Olivera.
                Horas antes de eso, se confirmó que Patricio Toranzo no podía jugar el partido por una contractura en el aductor derecho, si bien se manejó la posibilidad de que estuviera ausente. Si se tenía certeza de que no podrían ingresar al campo: Pablo Lugüercio (distensión en el isquiotibial izquierdo),  Lucas Licht ( cumplirá dos fechas por su expulsión en el clásico tras la vuelta de Yacob) y Teófilo Gutiérrez (llegó a la quinta amarilla luego que, supuestamente, el cuarto árbitro informara que lo vió sacarse la camiseta tras el partido).
                Entonces, podemos decir que a los diez minutos de empezado el partido, Racing tenía por lo menos seis titulares menos y en la mayoría de los casos la diferencia entre ellos y quienes los reemplazaron fueron demasiado grande. Las razones, las mismas que atravesaron todo el campeonato: mala suerte (las lesiones), no poder medirnos (ya hemos hablado de la irresponsabilidad de ciertas tarjetas); una clara, abierta y sistemática decisión desde arriba de perjudicarnos (en esta fecha, la rara amarilla a Téo, peor en las anteriores fue más evidente);    y la decisión de comprar “uno bueno en vez de varios del montón”, que nos permitió tener un excelente once ideal, pero que a costo de esto implicó un plantel muy corto.
            Entonces, con cinco o seis titulares menos, dos de ellos claves por peso especifico (Pato y Téo), otros dos por el rol que cumplen (Licht y Lugüercio, los que juegan por la banda izquierda) en un contexto donde fecha a fecha te tiran abajo  y te dificultan pelear arriba…¿Cómo hacés para jugar?¿de dónde sacás fuerza, ánimo para revertir un resultado adverso?
            Por supuesto que uno esperaba otra reacción, que le dio mucha calentura ver a un equipo muerto. Uno a puteado para que se despierten, para que por lo menos empiecen a tirar pelotazos. Pero después paras un poco a pesar y te das cuenta que lo que pasó fue la consecuencia lógica de una estado de situación.
            Aunque podemos señalar que la primera del partido fue una jugada muy clara para nosotros, que Viola define muy bien pero la estrella en el palo, y que el gol no llegó como consecuencia del desarrollo del partido, cuando todo decanta podés ver que el resultado no sólo es justo, sino que era esperable.
            Y encima tenés que ver cómo la de Kalinski era roja directa, el segundo gol fue en offside y se vuelven a repetir los arbitrajes en contra….
            Del partido en sí, muy poco para rescatar. Un buen partido de Aveldaño en el fondo y un par de jugadas de Cáceres, que se animó a atacar; pero muy poco. Hablar de fútbol sería tapar lo anteriormente dicho, así que termino acá. Desilusionado. Golpeado. Desesperanzado.

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